ALMÁCIGA I, ‘resina de lentisco’, del ár. Ɋƫakā, y éste del gr. μαστίχƓ íd.

1.ª doc.: S. XIII, almástic; 1325, almázaque (J. Manuel); h. 1340, almástiga (L. de la Montería); 1495, almáciga (Nebr.).

Para estas formas y otras variantes, vid. Castro, RFE VIII, 15; C. Michaëlis, RL XIII, 242-3; DHist. y Eguílaz, s. v. almaste, almástec, almástica, almástega, etc. Como el almácigo se hace en las islas Jónicas y se ha empleado para fortalecer los dientes masticándolo, el vocablo procederá en definitiva del gr. μασĘσȎαι ‘masticar’, pero en castellano debió entrar por el árabe, como lo prueba el cambio de -Ɋƫ- en c1 ; también port. almecegueira, almessig- [1318], almecega [1612]. La historia del cat. màstic, màstec, y del fr. mastic, es menos clara, y el it. màstice procederá del griego por vía europea. Son cultas y recientes las variantes castellanas mástique y másticis.

DERIV.

Almacigar. Almácigo ‘árbol que da la almáciga’. Amacigado [Lope; amacegado en Quiñones de Benavente] ‘de color amarillo o de almáciga’: parece suponer una variante *máciga. Masticino.

1 Neuvonen, 262, duda del origen arábigo del ejemplo más antiguo y piensa en influjo transpirenaico. La falta de vocal -a- no es argumento decisivo en vista de la forma de J. Manuel.